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MÁS INFORMACIÓN

El dueño de la empresa o negocio es quien invita a María a su lugar de trabajo.
Al pedir o recibir la imagen de María se compromete a:
1. Enmarcar el lienzo de la imagen y preparar un lugar digno para su colocación y veneración.
2. Consagrar la empresa a María en una ceremonia en la que se convoque a todos los trabajadores y se realice la bendición de la imagen. Dicha celebración debe ser presidida por un sacerdote o diácono.
3. Regalar a cada colaborador una estampa de la Virgen de Guadalupe.
4. Cada 12 de diciembre renovar la consagración de la manera más adecuada.

¡Ayúdanos a difundir esta consagración entre otros empresarios!
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